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MI CUENTA

¿Por qué la Danza del Vientre conecta, genera, sana y libera ENERGÍA FEMENINA?

 

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Artículo por Marwa-Marcia Gómez

 

Muchas mujeres se sienten atraídas por esta danza para reconectarse con su “lado femenino”. Muchas no saben por qué, pero sienten que es importante. ¡Y lo es! Estamos en tiempos en que nos sentimos estresadas, abrumadas, solas. No estamos teniendo acceso a nuestra creatividad e intuición. Incluso muchas mujeres no tienen acceso a sus propios cuerpos, incluyendo su sexualidad. No se conocen, no son dueñas de sí mismas. Tampoco hemos tenido acceso a nuestra suavidad, a ese lugar cariñoso, regalón, incluso a veces infantil y amoroso. Y por supuesto, estamos rodeadas de estímulos que nos hacen cuestionar nuestra autoimagen.

Tenemos pocas referentes que nos muestren que la energía femenina sea tan importante como poderosa. La misma palabra «poder» nos sugiere adjetivos masculinos. El encuentro con lo femenino es absolutamente necesario y así es como llegan muchas mujeres y también hombres a su encuentro, varias de ellas a través de la maravillosa Danza del Vientre.


De acuerdo con el taoísmo y las sabidurías ancestrales, todas las personas y seres vivientes de este planeta tenemos en nuestro interior energías femenina y masculina. Yin y Yang. Toda la naturaleza y el Universo se rigen en estas polaridades.

Tanto mujeres como hombres tenemos en nuestro interior una cuota de ambas, pero una de ellas es nuestra energía esencial, nuestra esencia. La mayoría de las veces esta energía esencial está acompañada del género, pero no siempre es el caso y por lo tanto tampoco va a estar dirigida necesariamente a la orientación sexual.

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Por ejemplo: hay hombres homosexuales que sienten a la energía masculina como su esencia y otros la energía femenina. Con las mujeres pasa lo mismo, una mujer homosexual puede sentir como su esencia tanto a la energía femenina como la masculina. Por lo general, las personas heterosexuales sí sienten la esencia de su energía correspondiente con su género, ¡pero siempre hay excepciones!

Lo importante es conocerse a fondo, más allá de nuestro ego y las identidades o etiquetas que nos plantea la sociedad.

Si te sientes atraída por la danza del vientre, lo más probable es que tu esencia sea femenina. Incluso aunque sientas que tu feminidad está en deuda o tienes poco contacto con ella, la danza del vientre es una gran pista. Sin embargo, puedes ser una mujer amante del karate, tae kwon do y kick boxing y aún tener esencia femenina ? En el último caso, es importante que balancees tus actividades para nutrir tu feminidad, ya que esa es la energía que realmente te llena de poder, creatividad, paz e intuición, entre muchas otras cosas.

Si eres una mujer de esencia femenina, debes saber que la energía femenina en tu interior es tu hogar. Tu palacio de residencia, tu templo en donde recargas toda tu energía vital, tu creatividad, tu paz interior, tu SER. Esa esencia energética es la que la naturaleza, el Universo, ha escogido para ti. Es tu fuente.

Lamentablemente, a las mujeres se nos ha llenado de mentiras y mitos sobre la energía femenina. Se nos ha dicho que es:

  • Débil
  • Histérica
  • Lunática (en el mal sentido de la palabra)
  • Sumisa
  • Menos inteligente
  • Menos productiva
  • Peligrosa
  • Seductora (en el peor sentido de la palabra)
  • Manipuladora
  • Envidiosa
  • Entre muchas otras…

Déjame decirte algo: cuando una mujer habita por completo su energía femenina y acepta también su energía masculina, no habrá espacio en su corazón para manipular, controlar, chismosear o competir con otras mujeres. No tendrá necesidad, porque su fuente estará llena…. ¿de qué? De amor (comenzando por el amor propio).

Una mujer nutrida en su feminidad es más feliz. No necesita hablar mal de otras, no necesita manipular ni jugar al rol de la víctima o culpar a otras mujeres y hombres por su vida. La mujer que se empodera en su esencia comienza a ser responsable de lo que atrae y manifiesta. Esta mujer comienza a aprender desde las polaridades yin y yang para luego utilizarlas a su antojo, dependiendo de lo que necesite. La energía femenina nos resulta mejor para ciertas cosas y la masculina para otras.

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Debido a todos estos mitos sobre lo femenino y masculino, las mujeres – y por lo tanto también los hombres – estamos en un período en que las polaridades energéticas están en peligro. En las parejas heterosexuales, es muy común que la mujer esté masculinizada y el hombre feminizado. Hay menos atracción sexual, menos pasión, más estrés, más agotamiento. Muchas mujeres están exhaustas, estresadas, drenadas y creen que necesitan controlarlo todo (energía masculina) para ser felices y protegerse. Por otra parte, los hombres están con miedo a expresar su masculinidad, porque las mujeres estamos castrando esos atributos y los etiquetamos como cavernícolas o machistas, muchas veces sin plantearnos el fondo de la situación.

Esto es única y exclusivamente porque como mujeres en la historia, hemos vivido un período de tiempo demasiado largo de energía masculina mal canalizada, o negativa finalmente, a causa de la ignorancia. Pero también, en el pasado ancestral, el péndulo de la energía estuvo a nuestro favor y fuimos nosotras quienes cometimos muchísimos abusos.

Nuestras madres y abuelas, motivadas por el amor, nos enseñaron a independizarnos y a salir adelante por nuestros medios. Hoy en día, con todas esas herramientas, podemos ser independientes y capaces, al mismo tiempo que nos conectamos con nuestra esencia energética, nuestra cualidad dinámica que afecta lo que atraemos a nuestras vidas, las personas que llegan a nosotros y la impresión que tienen de nuestro ser.

En esta nueva era, tenemos toda la información (tanto mental, como emocional, física y espiritual) para traer equilibrio energético a nuestras vidas, comenzando por el interior, y reflejarlo hacia el mundo. Ser capaces de ser mujeres y hombres en todo su esplendor, reconociendo cuál es nuestra esencia energética, aceptándonos y aprender a ser felices. El autoconocimiento es la GRAN puerta para nuestro desarrollo.


La Danza del Vientre

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Marwa – fotografía Danilo Morales.

La danza del vientre es una maravillosa herramienta de expresión personal. Sí, es una danza étnica, pero finalmente, es un medio. Uno de los medios que eligió nuestra alma – nuestra esencia – para comunicarnos, expresarnos, juntarnos con las personas adecuadas para nuestra evolución, inspirarnos, entregarnos las situaciones exactas que nuestro aprendizaje requiere, encontrar maestros y personas que nos inspiren, crecer, superar miedos, crear, ser felices, gozar en grupo y de manera personal, conocer nuevas culturas, abrir nuestra mirada y salir de la zona de confort.  Y seguramente tú puedes pensar en muchas cosas más ?

El poder puede manifestarse de dos maneras: acción o atracción. La acción es más masculina: imagínate una corredora de los 100 metros planos, lista para correr. Visualiza y siente ese cuerpo, tenso, alerta, focalizado en un 100% hacia adelante, sintiendo la adrenalina de la competencia.

Por otro lado, la atracción es femenina. Imagina a una bailarina de danza del vientre interpretar un taqsim de nay. Su cuerpo está respondiendo a la música, su respiración es tranquila, sus músculos se mueven a su comando, sus hombros están relajados, sus ojos entre abiertos, su foco tridimensional sintiendo al público por el frente el suelo por debajo, las luces por encima.

Ambas fuerzas son igualmente importantes. Ninguna es mejor o superior a la otra. El tema es que, muchas de nosotras estamos TODO EL DÍA en el cuerpo de la corredora. Agotador… ¿verdad?

La energía femenina nos da la oportunidad de suavizar nuestros cuerpos, disfrutar el momento, confiar en el flujo de la vida en vez de siempre tener que presionar y controlar, esforzar y empujar para que las cosas funcionen. Tales acciones drenan nuestra energía.

Por eso, la danza del vientre puede entregarnos muchísimo más que «danza»: puede entregarnos VIDA.

Aquí te describo porqué y cómo, la danza del vientre te ayuda a generar, conocer, experimentar y librar tu energía femenina:

  1. 1. La danza del vientre, así como la mayoría de las danzas, te obliga a estar completamente en el presente y en contacto con tu cuerpo.

Para poder sentir la energía femenina debes ser capaz de cambiar tu atención, desde toda tu lista de quehaceres, hacia tu cuerpo. Una de las maneras más rápidas de volver a tu energía esencial es habitar por completo tu cuerpo. Sentir primero tu respiración, luego sentir tus músculos, tus huesos, tu estructura, tu piel. Sentir tu rostro, tu cuello, tus ojos, tus labios. Cuando sientes y habitas tu cuerpo, llevando consciencia y respiración hacia él, te das cuenta de que quizás tienes la mandíbula apretada, el cuello tenso, el ceño fruncido… La respiración y la consciencia te relajan y te hacen volver a tu hogar: tu cuerpo. Esto – repito – es la principal y más rápida manera de conectarte con tu energía femenina.  Las mujeres con alta carga energética y de atracción, son aquellas que se sienten cómodas en su cuerpo. Lo habitan por completo. Todos sus movimientos son como una obra de arte, ella está completa en sus músculos, sus piernas, su pelvis, sus manos, su corazón.

Además, la danza hace que aprendamos a confiar en la inteligencia de nuestros cuerpos y, por lo tanto, en lo que sentimos. En vez de sólo «pensar» con la cabeza, aprendemos a escuchar a las entrañas.

  1. Pero en el caso de la danza del vientre, la atención va hacia la pelvis, que es donde reside la energía femenina.

El útero o el espacio del útero (no es requisito tener el órgano), es el palacio en donde reside la energía femenina. Cuando llevas tu atención al útero o al espacio del útero, estás en casa. Cuando prestamos atención a una parte del cuerpo, esa parte recibe energía. Físicamente, esa parte del cuerpo recibe más irrigación y oxígeno. Más flujo. Todas las alumnas, desde principiantes a avanzadas, focalizan su atención en la pelvis, por lo menos en algún momento de la clase. La pelvis recibe energía, estemos conscientes o no. Sin embargo, si tu danza (y si eres profesora, tu enseñanza) es consciente, entonces realmente puedes ayudarte a ti misma y a otros a realmente conectar con este flujo energético tan importante y vital. Luego, con el tiempo y el aprendizaje, es la pelvis quien porta la voz del lenguaje de la danza, del lenguaje del cuerpo. Así, el templo de la energía femenina pasa a tener una voz y una expresión de tu ser más interno (siempre y cuando le des permiso para tener una voz propia).

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«Wild Dance por el artista Georg Douglas
  1. Dentro de la polaridad, la energía femenina es suave y delicada.

Gracias a las mentiras y mitos con respecto a la energía femenina, las palabras como “suave” y “delicado” están causando resistencia en muchas mujeres. Gracias a lo que hemos aprendido de distintas fuentes, pensamos que suave y delicado es débil y que no nos sirve para la vida real, ni en el trabajo, ni en la pareja, y mucho menos en la calle.  ¡Con mayor razón!  Si sabes que tu esencia es la energía femenina, pero sientes que no puedes ser ni suave ni delicada en tu vida, entonces regálate ese espacio en tus clases de danza y en la intimidad de tu práctica personal. Por otra parte, si sientes que quieres y que sí podrías ser delicada y suave en otros aspectos, como cuando estás con tu pareja, con tus hijos, con tus mascotas, con tus amigas, lleva la delicadeza y suavidad que describo a continuación hacia esas esferas de tu vida.

La danza del vientre hoy en día a tomado variadas formas y estilos, pero la gran mayoría de mujeres que se ven llamadas a esta danza es justamente por la suavidad, delicadeza y sensualidad que evocan los movimientos. También el misterio que conlleva y también el poder que muestran las mujeres que bailan esta danza, disociando y controlando sus cuerpos a voluntad, sin miedo.

Permítete la suavidad y delicadeza. Habítala, experimenta. Busca una música suave, como flautas o música con qanún. Y baila delicada y suavemente. Incluso si sientes que te ves ridícula. Es un ejercicio, nadie está mirando. De hecho, si esto te hace salir de tu zona de confort, entonces es una GRAN decidor de que es justamente algo que necesitas.

Mueve las manos, cada dedo, las muñecas, los brazos suave y delicadamente. Hazlo con la respiración, Acompaña con la pelvis. Baila tan lento y suave como puedas. Es un verdadero regalo para tu fuente femenina.

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  1. Dentro de la polaridad, la energía femenina es sensual.

Igual que el punto anterior. Muchas mujeres tenemos problemas con la palabra sensual. Algunas creemos que es pecado, otras creemos que es sexual, otras creemos que puede atraer la atención equivocada o entregar el mensaje incorrecto. Nuevamente te digo: ¡con mayor razón! La danza del vientre sí o sí es sensual y ¿sabes por qué? Porque es femenina. Y lo femenino es SENSUAL. ¡Son prácticamente sinónimos! Existen tantas maneras de ser sensual y femenina como mujeres hay en la tierra (o personas con esencia femenina).

Otra vez, si sientes que no puedes entregar voz a la sensualidad que hay de manera natural en ti, entonces utiliza la danza del vientre. Realmente entrégate a su magia. Habita con todos los sentidos cada uno de sus movimientos, los que requieren más energía, los que requieren más control, los movimientos rápidos, lentos. Las miradas, los brazos, los giros. El gozo de bailar es sencillamente sensual, especialmente si lo haces desde todos tus sentidos. Mira con intención tu cuerpo y a tus compañeras o a tu público. Huele el aire, tu olor, tu perfume, tu cabello (puedes poner esencias naturales mientras bailas). Escucha la música y cada una de sus capas, sus instrumentos, sus ritmos, los arreglos, las melodías. Escucha tu respiración, escucha como suena tu traje. Siente todo tu cuerpo, siente tus pies en el suelo, siente tus músculos y articulaciones, siente la temperatura, siente tu piel, siente como te toca tu propio cabello, cómo se siente tu traje o tu ropa. Toma tu cabello y siéntelo. Toca tu vientre, toca tu mejilla. No solamente haz los pasos sino que vívelos en plenitud.

Por otra parte, TODAS tenemos una mujer tremendamente sensual en nuestro interior. Algunas lo tienen más asumido, otras no lo saben ni lo conocen, pero si la danza del vientre te hizo un llamado, es porque hay una sensualidad latente que necesita un espacio sano para expresarse. Ojalá en todas las clases nos podamos sentir sensuales, poderosas, atractivas. La energía sexual es energía divina, creadora, vital.

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Alumnas Marwa Estudio Oriental – fotografía Danilo Morales, 2016.
  1.  La energía femenina ama las relaciones, la conexión, la compasión, la empatía.

La energía femenina es tejedora. La energía femenina construye lazos y nidos. Puede ser un nido de muchas cosas: conejitas, gatitas, leonas, hienas salvajes, víboras, ¡lo que quieras! Pero sí o sí armará nido. Por lo general, la calidad de nido está directamente relacionada con la líder que haya en él. Una líder que está en contacto con su energía femenina, creará espacios de convivencia sana, nutritiva y acogedora. Se crearán espacios de conexión, empatía y generosidad.

Con el tiempo, las alumnas de danza se dan consejos, se animan, se ayudan, comparten sus experiencias y se desahogan. Su feminidad y capacidad de dar y recibir cariño florecerá (esto no significa que una mujer de esencia femenina no valore sus momentos de soledad, lo cual es también muy importante).

La energía femenina ama poder amar y ser amada. Por eso muchas veces las mujeres tenemos problemas con los límites personales y damos, damos, damos sin asegurarnos de recibir, todo para mantener nuestras relaciones con la pareja, las amigas, la familia, etc. Las relaciones son muy importantes para las personas de esencia femenina.

Danzar en grupo es simplemente mágico. Las improvisaciones o dinámicas grupales en la clase de danza sencillamente nos llenan nuestra fuente. Alimenta nuestro deseo de ser amadas, el deseo de pertenecer.

Nuevamente, una líder positiva provocará un ambiente en donde la mujer u hombre que llega a bailar danza del vientre se sienta completamente aceptada. En su cuerpo, su forma, su peso su origen, sus colores y manera de ser. Esa persona, al sentirse aceptada y saber que su cuerpo no necesita cambiar para poder bailar, sólo aprender a bailar y desde ahí potenciar su propia condición física, vivirá un proceso íntimamente sanador que produce que la autoestima de la mujer surja con todo lo que ella es y trae consigo. En ese momento ella siente que pertenece, que es parte de una tribu, un clan, un grupo, una hermandad, una comunidad o como sea que el término se plantee en la escuela de danza.

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Alumnas Marwa Estudio Oriental – fotografía Danilo Morales, 2016.
  1. La energía femenina está libre de tensión, está relajada y ríe en contacto con su niña interna.

Busca una imagen de la diosa Lakshmi. Obsérvala. Ella es feminidad absoluta. Está completamente relajada. No tiene ningún miedo o vergüenza de su increíble belleza y de toda la abundancia material y espiritual que la rodea. Tampoco es arrogante. Ella ES. Lakshmi personifica la belleza y la abundancia y por eso la belleza y la abundancia la rodean. Está completamente relajada, aceptando el flujo de la vida. No retiene, no controla, no se esfuerza, sólo atrae y acepta y deja fluir.

Eso es muy femenino. Como un óvulo, en su templo, dichoso y dispuesto, sin hacer ningún tipo de esfuerzo, espera que el espermio llegue y deja que la naturaleza siga su rumbo, su flujo.

En las clases de danza del vientre, tenemos la oportunidad de desestresarnos, reírnos de nosotras mismas y aprender tal como aprendería una niña. Tenemos la oportunidad de aceptar la clase como es, con su propio flujo, conociendo nuestros cuerpos e intentar moverlos en disociación. Es divertido cuando nos equivocamos, cuando en vez de ir a la derecha vamos a la izquierda. Es divertido escuchar a otras reírse de ellas mismas o hacer comparaciones ingeniosas. Las mujeres que aportan sentido del humor a las clases de danza nos están haciendo un maravilloso y gran favor. Ojalá la profesora tenga también mucho sentido del humor.

La risa aquí es parte de la receta completa: habitar el cuerpo, respirarlo, moverse en contacto con los sentidos (sensualidad) y además sonreír. La sonrisa es uno de los atributos más femeninos que existe en una mujer o en una persona con esencia femenina. Una sonrisa de una mujer femenina es capaz de iluminar el mundo y abrir muchas puertas. Es capaz de derretir corazones y dar paz y calma a cualquiera.

Cuando la sonrisa está cargada de energía femenina, viene del corazón y brilla en la mirada. El corazón a su vez está conectado con la fuente: el espacio del útero. Cuando sonríes con tu útero-corazón-boca, estás experimentando tu gran poder.

¡Ríe!

(Si eres de esas alumnas que quiere controlar la clase o que la está juzgando en todo momento, te aconsejo que con mayor razón te preguntes qué tan en contacto estás con tu cuerpo, con lo femenino, qué tan controladora eres en otros aspectos de tu vida y cuál es el miedo de raíz que tienes que te hace querer controlar, criticar y juzgar. ¡No te sientas mal! Todas hemos caminado por esos senderos ?)

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  1. La energía femenina ama la Luz, el resplandor.

Este punto es tan literal como metafórico. Comenzado con lo literal, las personas de esencia femenina necesitamos espacios iluminados. Necesitamos tanto la luz del sol como la de la luna. Amamos lo que brilla (si, también las joyas, los trajes, el maquillaje, las telas, los adornos, etc). La luz es importante y todo aquello que la potencie.

Además de lo externo que brille y esté iluminado, tenemos un deseo de nosotras ser luminosas. Para eso tenemos los caminos tanto externos como internos. Para el camino externo: tinturas de pelo, cremas, iluminadores, maquillaje, cirugías estéticas, ropa, etc. La industria del mercado sabe perfectamente cómo a las mujeres nos gusta brillar y por eso existen tantos productos femeninos.

Pero esto en realidad no es lo que nos va a satisfacer la última necesidad de luz. Nuestra necesidad de luz es mucho más interna. Tiene que ver con SER. Con que nuestro ser esté lleno de luz. Una mujer luminosa es aquella que se conoce a sí misma y le da una voz a su alma, a su propósito de vida y a su misión. Esto lo vive, lo encarna y lo hace sin miedo, ni culpa ni vergüenza. Lo hace porque es su llamado y por eso está constantemente inspirada. Las mujeres femeninas que son luminosas son aquellas que nos inspiran, nos motivan, nos animan a crecer y a ser nosotras mismas. Cuando hemos estado en presencia de estas mujeres luminosas, lo sentimos en el corazón, sentimos que estamos nutridas y que podemos ser nosotras mismas.

Esta es nuestra verdadera luz y – desde luego – es perfectamente válido adornar esta luz con aros, maquillaje, ropa, cabello, flores, manicure, pedicure, etc. ?

Si tu espíritu te llama a practicar danza del vientre, entonces significa que al bailar, tu luz brillará con más fuerza e intensidad. Ya sea al bailar sola, en grupo, al crear tus coreografías, al asistir a clases, al enseñar y bailar con tus alumnas, al aprender pasos nuevos, al ver a otras bailarinas que te inspiren, y así sucesivamente.  Esto no quiere decir que sea el único camino de luz, pero puede ser uno importante, especialmente si estás leyendo este artículo.

Como escribí anteriormente, esta danza es una danza de expresión femenina personal. Es una de las danzas más femeninas que existe. Entonces, si deseas que tu luz brille intensamente, baila en autenticidad y con todo tu ser. Descubre qué es lo que quieres expresar con esta danza y qué relación tiene con tu verdadero propósito. Siente con honestidad qué llamado hace la danza en tu ser. A algunas de nosotras nos llama para enseñar, a otras nos llama para sólo bailar, a otras para relajarnos, a otras para hacer un profundo camino de autoconocimiento. Luego, viste la danza con autenticidad y potenciando todos tus atributos. Elije colores, estilos, formas y maneras de vestir tu alma en esencia femenina, que será la que en realidad bailará.

Sólo con practicar danza del vientre siguiendo todos los puntos anteriores, generarás más luz en ti. Porque la energía femenina te ilumina de por sí. Pero si además haces el trabajo de utilizar la danza del vientre con tu propósito o camino de vida, tu luz puede llegar aún más lejos.

Un ejemplo simple (apuesto a que lo has visto): una mujer que luego de sus embarazos, tiene kilitos demás y estrías en su vientre. Ella, utiliza la danza como una manera de aceptarse y quererse, a pesar de todos los mensajes negativos de autoimagen que se ven en revistas y comerciales. Esta mujer aprende a bailar y danza en una muestra semestral o de fin de año de su profesora. Danza llena de vida, con una gran sonrisa, con felicidad en sus ojos, estando completamente presente en su cuerpo, gozando al máximo y agradecida por la instancia. Esta mujer, en su aceptación y amor propio, inspira a todas las mujeres en el público que sienten vergüenza por sus kilitos y sus estrías. Ha pasado ¿cierto? Así de “simple” puede ser el trabajo de tu luz.  Inspirar a otros es un gran trabajo de luz, no importa si es una o más personas.

Ejercicio de consciencia:  cuando bailes, ya sea en clases, sola o en un escenario, visualiza tu aura. Visualiza tu luz en todo tu cuerpo. Cuando muevas pelvis, manos y brazos, visualiza tu luz. Esto cargará tu danza de energía, presencia y te pondrá en contacto con tu verdadera esencia.

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Alumnas Marwa Estudio Oriental – fotografía Danilo Morales, 2016.
  1. La energía femenina es la puerta para el amor y el corazón.

La música árabe nos llama al corazón. Muchas mujeres dicen que, al escuchar la música, algo les pasa y algo sienten que necesitan moverse, expresarla, encarnarla. Esta sensación es una llamada de alma, el alma se comunica a través del corazón o el centro cardíaco. Responder a esta llamada es una gran manera de conectarnos con la esencia femenina, ya que la mayor parte del tiempo nos estamos conectando con la mente y con el exterior.

La música árabe es una música especial y por eso, poder encarnarla nos resulta tan atractivo. Nos atrae a bailarla. Esto está relacionado con todos los puntos anteriores: la música árabe es sensual, es romántica, es emocional (incluso la música árabe religiosa es emocional). Nos enciende, nos puede hacer llorar.

Cuando nuestro cuerpo tiene las herramientas para interpretar esta música, el proceso deja de ser mental y se convierte simplemente en una comunión. En una unión de alma y cuerpo. Nuestro ser femenino responde con todo el corazón a esta música y por eso los hombres que la bailan sólo pueden bailarla desde la pelvis. Es la naturaleza de esta música, es una puerta de entrada al reino del corazón y las emociones y la manera de entrar a este reino es con la pelvis (me refiero aquí a la música clásica o baladi principalmente egipcia, no a la música del folklor). Metafísicamente, es una puerta de entrada hacia la belleza de lo femenino. Por eso son más mujeres que hombres la que han logrado el tarab, Um Kultoum es la más famosa y lo seguirá siendo. Warda también logro tarab en algunos de sus conciertos.

¿Te das cuenta del poder de la danza del vientre y de lo femenino?  Y aún más poderosa cuando levamos todos estos procesos a la consciencia.

Otros aspectos de la energía femenina que se llevan a cabo en la danza del vientre:

  • Vulnerable. Aprender algo nuevo y también mostrarlo nos hace sentir vulnerables. Bailar es vulnerable, sobre todo cuando somos principiantes o cuando estamos en un escenario. La vulnerabilidad es lo que más le cuesta a la mujer de hoy en día y por eso muchas veces la tapamos con movimientos bruscos o con accesorios que nos escondan. Ser vulnerable es mostrarnos tal cual somos. ¡Es difícil! Pero con autoaceptación es posible. Cuando hay una bailarina o alumna que dice “estoy nerviosa” antes de bailar, ese es un acto de gran vulnerabilidad, es hermoso. Y las mujeres a su alrededor podemos nutrirla de valor y coraje.
  • Sanadora. La sanación sólo puede lograrse con amor. Amar la danza, amar nuestros cuerpos. Ser sutil, delicada y suave al repasar nuestras heridas, miedos y culpas. La danza del vientre nos enseña a sanar y a aceptarnos amorosamente.
  • Belleza, gracia. La energía femenina ama lo bello y lo grácil. Por eso las bailarinas de ballet encantan a muchas mujeres, por la delicadeza y suavidad. La danza del vientre es una danza hermosa, sea lo que sea que “hermosa” signifique para ti, y también intenta proyectar hermosura (sea lo que sea que signifique para ti). Pero esto está conectado con lo que hablamos sobre la LUZ. Si una mujer baila desde su luz, esa mujer y esa danza son hermosas ?
  • La energía femenina se mueve en curvas (la masculina se mueve en líneas). Esta danza es curvilínea. Está llena de redondeces y ondulaciones, círculos y espirales. Es esencial y naturalmente femenina. Si sientes que tu danza es más lineal violenta o en exceso energética, puedes balancearla con curvas ? (las curvas son esencialmente más lentas).
  • La energía femenina es flexible, elástica, fluida, igual que la danza del vientre. Cuando practiques tus movimientos, asegúrate de no estructurarlos en “pasos”, sino más bien dales todas las posibilidades y deja que fluyan los movimientos en ti. Si sólo aprendes los pasos, estás aprendiendo estructuras lineales, tanto de pensamiento como de movimiento. Aprende a utilizar tu cuerpo, luego evalúa si quieres o no ejecutar un “paso”. Así, tu energía creativa, tu agua, tu fluidez estarán en movimiento y en conexión con la música. Te darás cuenta de que te abrirás a la flexibilidad y elasticidad que la energía femenina requiere.

Marwa - fotografía Marcos Oyarzún.

Este artículo está inspirado en mi propio proceso de sanación de lo femenino y masculino en mí. Hay una gran variedad de cursos y libros sobre la energía femenina, por si te sientes atraída a saber más. Pero en realidad, lo más importante es guiarte por tu corazón. Qué te dice realmente, ¿qué necesita tu vida, tu cuerpo, tus relaciones? Si este artículo te inspiró, entonces tu energía femenina te está llamando ? Espero te sirva te inspire y sea significativo.

Te dejo un cariñoso abrazo en la danza.

Marwa